Agosto 2007
Por recortes veraniegos en el personal del comedor del Centro de Día de la Calle Pilar, a las personas mayores que han pagado su cuota de comedor se las obliga a esperar una cola a pleno sol para que les repartan la comida y luego se vayan a casa a comerla, cual cartilla de racionamiento de los años 40. Muchos mayores con problemas de movilidad no pueden acudir a por la comida y tienen que ser familiares, vecinos o asistentes sociales los que recojan el “rancho” diario.