Agosto 2008
La noche del último sábado de fiestas se convirtió en una noche sin ley cuando un centenar de personas tomaron las calles de Sanse a golpe de vandalismo.
Y fue una auténtica noche sin ley no solo porque los energúmenos se la saltaran a la torera, sino sobretodo porque la policía local no apareció para hacerla cumplir durante cerca de una hora, dejando que la barbarie campase a sus anchas.